Una óptima alimentación influye directamente en cualquier rendimiento y, asimismo, en el ámbito académico. La comida que ingerimos debe aportar nutrientes que favorezcan factores que interceden en nuestro estudio como la concentración, memoria, energía e incluso el estado de ánimo.
Esto se debe a que, para el logro de un crecimiento y desarrollo adecuado de cada persona, se debe ingerir una suficiente cantidad de alimentos de calidad, que aporten calorías necesarias, y a la vez, debemos identificar cuáles son indispensables en nuestra salud.
Lo principal, en nuestra alimentación es consumir las 3 comidas principales y la más importante es el desayuno ya que es la primera comida del día que ingerimos después de un largo periodo de ayuno, derivado de las horas que dormimos. Además, obtenemos la energía y nutrientes necesarios para realizar las actividades a lo largo del día.
De igual forma, uno de los principales nutrientes que deben estar presentes en nuestra dieta para tener un impacto beneficioso en nuestra vida universitaria son: el omega 3, ya que refuerza la memoria y la salud cognitiva, también el magnesio, que nos brinda un apoyo a la memoria y mejora la retención de información.
Asimismo, distintos tipos de vitaminas como lo son la B, B6, B12 y ácido fólico, por otro lado, no debemos dejar fuera los carbohidratos ya que nos aportan energía y proporciona la glucosa necesaria para el músculo y cerebro. Por último, la fibra que es necesaria para la salud digestiva previene el estreñimiento y promueve el movimiento regular del intestino.
Los diversos alimentos donde podemos encontrar los nutrientes de omega 3, según National Institutes of Health, incluyen el pescado y mariscos, nueces y semillas, aceites vegetales y alimentos fortificados. También, el magnesio lo podemos encontrar en alimentos como: frutas (plátanos, duraznos y paltas), lácteos, arvejas, granos enteros (arroz integra, avena y mijo), derivados de soya (harina de soya, tofu) y pan integral, entre otros.
Las vitaminas por su parte están presentes principalmente en lácteos, legumbres, frutas y verduras, cereales integrales, huevos y pescados. De igual manera, aquellos alimentos ricos en fibra son en gran parte vegetales: lechuga, acelga, zanahorias crudas, espinacas, papas, brócoli, alcachofas, espárragos, entre otros.
Es importante y necesario una planificación de comidas, en la que nos mantengamos hidratados y a su vez, evitar en lo posible comidas rápidas y ultra procesados. La clave está en no complicarse con las comidas, sino más bien planificar recetas sencillas para así obtener un mayor control de los ingredientes sin que nos lleve tanto tiempo cocinarlas.
Paralelo a esto, existe la “Guía alimentaria para la población chilena”, aporte realizado por el Ministerio de Salud que busca aportar en la mejora de conocimientos, actitudes y prácticas que faciliten la elección de alimentos saludables a la población Chilena (Programa del Ministerio de Salud de Chile). Esta Guía también promueve estilos de vida saludables para la prevención de enfermedades que tengan relación con la nutrición o dieta. Ya se puede encontrar en la página del Ministerio de Salud.
Sin embargo, la alimentación saludable debe ir acompañada de otros factores para un óptimo rendimiento académico, como lo son: dormir las horas correspondientes para que nuestro cuerpo descanse lo suficiente, según la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, son mínimo 6 horas diarias. También, influye realizar actividad física y/o deporte para bajar los niveles de ansiedad y estrés. Igualmente, es importante consultar con un especialista indicado para que nos brinde detalladamente el equilibrio y la dieta adecuada para nuestro cuerpo, ya que cada persona es distinta.