Una investigación en Chile busca cambiar por completo el control de plagas agrícolas con una alternativa sostenible y saludable. El proyecto, liderado por el Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), se ha estado enfocando en combatir el hongo Botrytis cinerea, responsable de la pudrición gris en frutas y verduras, desde un enfoque más bien biológico.

En lugar de depender de pesticidas, el equipo identifica genes del hongo que pueden ser inhibidos naturalmente por moléculas ya presentes en los vegetales, conocidas como RNA interferentes (RNAi). El foco está en transferir esta resistencia a variedades susceptibles, proporcionando un mecanismo de defensa natural contra la plaga, sin recurrir a fungicidas químicos.

La Dra. Mariola Tobar, líder del proyecto en iBio, destaca que “El uso excesivo de estos productos puede causar problemas en la salud de las personas, de los ecosistemas que están expuestos a ellos y, a la vez, generar cepas del hongo resistentes al fungicida químico. Esta idea, nace de la defensa natural de algunas variedades de tomate contra el hongo, utilizando los propios RNAi que las plantas generan para combatir los hongos.

Por otro lado, el equipo explora el uso de nanopartículas para mejorar la efectividad y durabilidad de los RNAi, con el fin de priorizar la sostenibilidad ambiental. Estas nanopartículas, seleccionadas por su composición orgánica y bajo impacto ambiental, buscan extender la vida útil de los RNAi y aumentar su tasa de internalización.

Últimamente, mediante estudios se han identificado RNAi con potencial de controlar el crecimiento y la virulencia de Botrytis. Asimismo, se han obtenido resultados prometedores sobre el efecto protector de las nanopartículas en condiciones degradantes o de almacenamiento, lo cual demuestra ser una solución efectiva para el control de plagas agrícolas, como también para el desarrollo de la agricultura sustentable.