La sequía es un fenómeno que llega a todos los rincones del país. El presidente de la SNA, Patricio Crespo, afirma que, pese a que la situación del sur es de urgencia, la zona más afectada a nivel nacional es la Región de Coquimbo.

En la Cuarta Región han tenido nueve años seguidos de pocas lluvias. Según un informe de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), la cantidad de agua embalsada alcanzó niveles mínimos históricos: en diciembre habían 88,67 millones de m {+3} , un 6,7% de su capacidad.

La secretaria ejecutiva de SAN, Daniela Norambuena, dice que «hace cuatro años había 120 mil hectáreas cultivadas en la región y hoy solo hay 53 mil. Limarí es la zona más afectada. En Monte Patria, Ovalle, Río Hurtado y Combarbalá hay 36 camiones aljibes que reparten al día casi 380 mil litros de agua a más de 20 mil personas en 232 localidades rurales. Cada camión cuesta unos $3 millones, financiados por los municipios.

En el centro del país, Valparaíso mantiene problemas de escasez hídrica, en especial en la provincia de Petorca, donde los cultivos han disminuido en casi cinco mil hectáreas (la mitad de la superficie productiva). La sanitaria Esval invirtió el año pasado $5.700 millones por costos de explotación y compras de agua. Además, Esval solo a la contratación de aljibes destinó en 2014 unos $1.800 millones y en enero de este año desembolsó por este concepto $250 millones, 60% más que lo gastado en enero del año pasado.

El gobernador de Petorca, Mario Fuentes, indica que la mayor emergencia es en el área rural. Dice que en la provincia, que es la más extensa de la V Región, hay 83 sistemas de agua potable rural y unos 25 de ellos tienen problemas de abastecimiento, porque los pozos no tienen agua o porque las redes no permiten llegar a los usuarios.

Las autoridades informan que se están haciendo obras destinadas a habilitar nuevas fuentes de agua, ya sea profundizando pozos ya existentes o construyendo otros, y que se están mejorando las redes de distribución. En algunos casos se están construyendo nuevos sistemas de regadío.

Fuente: El Mercurio