El desafío de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos durante el COVID-19
Este año la primera celebración del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos se produce durante la pandemia mundial de COVID-19, la cual ha provocado un despertar mundial sobre la necesidad de transformar y reequilibrar la forma en que se producen y consumen nuestros alimentos.
COVID-19 continúa generando desafíos significativos en el abastecimiento alimentario de muchos países. Las interrupciones en las cadenas de suministro, las medidas de cuarentena, el cierre de la industria hotelera y las escuelas… Todos estas medidas han contribuido al problema de la pérdida alimentaria, en donde los productores y distribuidores no han encontrado mercados a los que abastecer y, por ende, su producto se ha echado a perder.
En el otro extremo de la cadena, las compras compulsivas por parte de los consumidores durante la pandemia provocó un gran desperdicio alimentario y el desabastecimiento en los supermercados, los cuales tampoco podían donar comida a unos bancos de alimentos apurados por una demanda creciente a causa del incremento del desempleo.
Debemos ser conscientes de la importancia de la pérdida y el desperdicio de alimentos ahora más que nunca. Es por eso que, en 2019, la 74a Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 29 de septiembre como el Día Internacional de Conciencia de la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos , reconociendo el papel fundamental que desempeña la producción sostenible de alimentos en la promoción de la seguridad alimentaria y la nutrición. Sin duda, este nuevo Día Internacional se enfrenta a muchos desafíos para alcanzar nuestras metas de «Consumo y producción responsables» que contribuirá a la lucha contra el Hambre Cero y el Cambio climático.
Detén la pérdida y el desperdicio de alimentos. Por la gente. Por el planeta.
Reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos es esencial en un mundo donde el número de personas afectadas por el hambre ha aumentado lentamente desde 2014, y cada día se pierden y desperdician toneladas y toneladas de alimentos comestibles.
Ya sea que se pierdan o se desperdicien, todos los recursos que se utilizan para producir este alimento, incluidos el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el capital, son malgastados. Además, la eliminación de estos alimentos en vertederos genera emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático.
Por ello la temática de este año se titula «Detén la pérdida y el desperdicio de alimentos. Por la gente. Por el planeta«.
Se requieren acciones a nivel mundial y local para maximizar el uso de los alimentos que producimos. La introducción de tecnologías, soluciones innovadoras (incluidas plataformas de comercio electrónico para marketing, sistemas móviles de procesamiento de alimentos retráctiles), nuevas formas de trabajo y buenas prácticas para gestionar la calidad de los alimentos y reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos son clave para implementar este cambio transformador.
Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos requiere la atención y las acciones de todos, desde los productores de alimentos hasta las partes interesadas de la cadena de suministro de alimentos, las industrias alimentarias, los minoristas y los consumidores.
Fuente: ONU
ENTREVISTA A LUIS SAÉZ SOBRE MICROBANCOS DE ALIMENTOS
Revisa la nota que Radio USACH, realizó al Académico Luis Sáez