Por Mauricio Vives, Productor agroecológico y miembro de Slow Food.
Si bien estos dos conceptos solemos utilizarlos juntos o indistintamente para referirnos a lo mismo, en realidad tienen muy poco en común y mucho de contradictorios. Significan, desde sus orígenes, visiones contrapuestas del tema Alimentario a nivel global.Voy a tratar de analizarlos, desde mi punto de vista, sin la pretensión de que sea el único valedero, sino como intento de hacer un aporte.

SEGURIDAD ALIMENTARIA

 

Terminada la Segunda Gran Guerra, donde las Naciones mas poderosas y desarrolladas se atacaron entre sí para repartirse el Mundo, quedó de manifiesto la mayor de sus debilidades -la gran dependencia de terceros para satisfacer sus necesidades de alimentos- especialmente en Europa que vio toda su capacidad de producir destrozada por el conflicto. Surge entonces una idea, mejor dicho, un Plan Estratégico, para romper esa dependencia. Y surge desde arriba en las cúpulas de la dirigencia política.

Tenían claro desde el principio que la relación entre la cantidad de población a alimentar y la cantidad de suelos agrícolas disponibles para producir alimentos era negativa y por lo tanto los rendimientos de cada hectárea de cultivos y de cada criadero de animales debería ser la MÁXIMA POSIBLE (y si se podía, más de lo posible) porque aun así era muy difícil lograrlo.

Para poner en ejecución el Plan era necesario un enorme aporte de capital financiero con el objetivo de implementar la conjunción de Insumos, Tecnología, Ciencia y Capital. Esto es el motivo para que muchos miles de millones de dólares se vuelquen anualmente para apoyar la producción agropecuaria en los países desarrollados, la tan conocida política de SUBSIDIOS AGRÍCOLAS.

Contrariamente a lo que se cree, la mayoría de estos subsidios no van directamente a los agricultores, sino que son canalizados por intermedio de las empresas que producen fertilizantes químicos, agrotóxicos, maquinaria, semillas, conocimiento y tecnología.

Si bien no se puede negar que los ingresos y las condiciones de vida de los agricultores mejoraron -de lo contrario no hubieran permanecido en el campo- no se puede comparar con los beneficios obtenidos por algunas empresas, originalmente pequeñas o medianas, locales y hasta familiares como Cargill, Dreifus y otras, que se convirtieron en gigantescas Corporaciones Transnacionales. Podemos nombrar, a modo de ejemplo, a Monsanto, Bayer, Singenta, Dow Chemical, John Dere, New Holland, entre las más conocidas, pero las hay en todos los rubros vinculados directa o indirectamente con la producción, elaboración, distribución y comercialización de los alimentos. Y claro, no podemos dejar de agregar a la lista a los Mc.Donalds, Bimbo, Waltmarts, Carrefour, etc. etc. para tener completo lo que llamamos SISTEMA ALIMENTARIO MUNDIAL.
Así como también debemos incorporar a la fiesta al capital financiero-especulativo, la gran Banca Internacional, los operadores de la Bolsa de Granos a Futuro que opera desde Chicago, los Laboratorios Farmacéuticos que con remedios y vacunas nos cuidan y protegen de las enfermedades que nos provocan el aire, el agua y los alimentos contaminados que consumimos.
Tampoco puede negarse el exponencial aumento de la productividad, vegetal y animal, logrados sin importar los costos ambientales o del sufrimiento de los animales reducidos en condiciones muy crueles de hacinamiento. Realmente cuanto más profundicemos más ATERRADORA se muestra esta realidad.
Todo ésto implementado en los países ricos de hemisferio Norte, necesariamente debería trasladarse a los países pobres del hemisferio Sur, puesto que es aquí donde están las mayores riquezas y reservas de suelo, agua, clima y biodiversidad, por lo tanto las mejores condiciones para producir -entre otras cosas- la enorme cantidad de forraje necesarios para alimentar ganado en condiciones de encierro.. Sin olvidar por supuesto la otra gran cantidad de materias primas que necesitan.
Para lograr esto era necesario destruir todo lo pre-existente, convencer a los campesinos, agricultores familiares y a las comunidades indigenas, de que su modelo de agricultura, sus semillas, su forma de alimentarse, su forma de cocinar y compartir los alimentos, su cultura, sus tradiciones, su forma de VIDA era obsoleta, ineficiente, atrasada y que tenían que cambiar hacia lo moderno, científico, eficiente, para de esa forma acompañar, sin quedar rezagados el nuevo PARADIGMA DE LA REVOLUCION VERDE.
El concepto de SEGURIDAD ALIMENTARIA esconde mucho más de lo que dice, puesto que no es otra cosa que la puesta en práctica del AGRO-NEGOCIO a nivel Mundial y el justificativo para que aceptemos que el enorme costo en salud, contaminación ambiental, pérdida de biodiversidad, etc., etc., etc., el inevitable precio a pagar para erradicar el HAMBRE de una población mundial en permanente crecimiento.
¡¡¡¡¡¡MENTIRA!!!!!! ES ASEGURARSE SU COMIDA A CUALQUIER PRECIO.

Creo que la frase de Henrri Kissinger en ocasión de solicitarle al Congreso un aumento de los Subsidios Agrícolas lo expresa muy claro «Domina el petróleo y dominarás las Naciones. Domina los alimentos y dominarás a los Pueblos». Ésta es la mejor síntesis que pude encontrar.

Y como cantaba Alfredo «Ay! juna que se nos vienen por el repecho ya los Ingleses» y se nos vinieron nomás, con todo y por todo. Tal vez lograron dominar los Gobiernos, pero a los Pueblos ¡¡¡¡¡MIERDA!!!!! seguimos de pie resistiendo y luchando y para ello hemos generado otro concepto mas acorde con nuestras visiones y nuestros intereses:

SOBERANÍA ALIMENTARIA

 

Esta idea o concepto fue surgiendo desde abajo, desde las Organizaciones de Agricultor@s, Campesin@s, Comunidades Indígenas Y se fue conformando de a poco con los aportes que desde las distintas visiones le fueron dando fundamento y cuerpo. No es un concepto acabado y rígido sino que está en permanente construcción y tiene la suficiente flexibilidad para seguir incorporando aportes que lo enriquezcan. Creo que es una herramienta muy poderosa que nos ayuda, no solo a resistir la embestida salvaje que estamos padeciendo sino que fundamentalmente nos permite construir otra forma de relacionamiento entre seres humanos y a la vez con TODAS las formas de vida con las que compartimos este único y maravilloso Planeta Tierra.
Con la SEMILLA incorporamos los conocimientos heredados y los adquiridos, las culturas, las tradiciones, los gustos y sabores, transmisibles y compartidos. El MAÍZ es para unos Arepa, para otros Polenta, para otros Tacos y Tortillas, para todos ALIMENTO, sano, bueno y siempre, siempre, siempre, algo para compartir, para celebrar, para ofrendar no solo a otros humanos sino también con otras especies que lo necesitan para alimentarse.

Con la AGRICULTURA, Ancestral, Tradicional, Familiar, Campesina y pónganle el nombre quieran siempre será ¨AGRI¨ parcela o tierra de labranza y ¨CULTURA¨ conocimiento, saber hacer. Y quien posee un pedazo de Tierra y lo conoce y sabe hacer, la va a respetar, amar y conservar para sí mismo, para sus hijos, nietos y futuras generaciones, no por mandato de nadie, sino por el propio sentimiento de ser PARTE DE y no DUEÑO DE, ese pequeño trozo de la PACHA MAMA.

La SOBERANÍA ALIMENTARIA incorpora la igualdad de género, reconoce el protagonismo de las Mujeres (invisibilizado por un modelo de sociedad y relacionamiento machista), promueve la domesticación consciente de plantas y animales, implica la selección y conservación de las semillas, estimula la elaboración de los alimentos entendiéndolo como parte de la educación de los niños y el cuidado de los adultos, así como la prevención y cura de las enfermedades.
También reconoce las distintas opciones, sexuales, religiosas o políticas que signifiquen la libertad de los individuos o de las comunidades de ejercer su derecho a una vida plena de acuerdo a sus creencias o sentimientos.
La SOBERANÍA ALIMENTARIA comprende al Pescador que enfrenta al mar con su barca, al Apicultor que cuida las Abejas, al que siembra en la tierra, al que recolecta en el bosque, al que construye casas, al que forja el hierro y construye herramientas, al que cocina, al que alimenta nuestros espíritus con música, canto, baile, poemas, cuentos, historias, pinturas y esculturas, al que cuida nuestra salud y cura nuestras enfermedades.
A la SOBERANÍA ALIMENTARIA, nada que ALIMENTE le es ajeno. Por eso es un concepto tan amplio, tan profundo, al que nada se le escapa, desde el aire y el agua, como los alimentos básicos, hasta lo que cada uno quiera incorporarle, se construye y se enriquece desde el interior de cada uno y nos hace ser mejores personas. Más capaces para construir una sociedad mejor y más justa.

La Seguridad Alimentaria es el MIEDO de UNOS POCOS de que la comida no alcance para compartir con UNOS MUCHOS.
La Soberanía Alimentaria es la CONFIANZA de UNOS MUCHOS de poder producir comida suficiente para SI MISMOS y para los otros POCOS.

¡NO! DEFINITIVAMENTE NO, NO HABLAMOS DE LO MISMO.
Estas son algunas reflexiones que quería compartir, no desde la soberbia del que cree saber mucho, sino, desde la humildad del que quiere aprender mucho de lo que saben los demás.
FUERTE ABRAZO.
Mauricio