El pasado 19 de junio, el Gobierno de Uruguay decretó emergencia hídrica para Montevideo y la zona Metropolitana, tras una prolongada sequía que afecta la principal reserva de agua potable que abastece a las zonas. Donde según autoridades en menos de 10 días se acabarán las reservas de agua dulce.

Uruguay está enfrentando una de las peores sequías en los últimos 74 años, esto se debe principalmente a las bajas precipitaciones producto del fenómeno del niño, asimismo, se añaden otros factores como nulas inversiones en materia de recolección, cuidado y producción de agua potable.

Esto conlleva, como consecuencia directa en la disminución del caudal del Río Santa Lucía, que, a la vez, deriva en un descenso del nivel del embalse de la Represa del Paso Severino.

Esto también ha generado opiniones divididas y protestas por parte de la población uruguaya, ya que la crisis hídrica tiene relación con la gestión del recurso disponible de agua, el cómo abordar la demanda de una forma óptima y, además, como la toma de decisiones afecta la administración de dicho recurso.

De igual manera, la escasez de agua tiene una causa importante, debido a la falta de interés previa en inversiones para aumentar la producción y disponibilidad de agua para el consumo humano.

Una de las soluciones más alarmantes, es que las autoridades han decidido mezclar agua dulce con agua salada del Río Santa Lucía. Por lo tanto, aumenta los niveles de cloruro y sodio, siendo perjudicial para la salud de las personas al ser agua no potable.

Sin embargo, Argentina, Colombia y Brasil propusieron ayuda para el transporte de agua como apoyo para la crisis hídrica siendo rechazada por el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, pero locatarios afirman que supone de un costo político, generando, además, conflictos debido a las diferencias.

Según el Instituto de Meteorología de Uruguay, es posible que llueva en las próximas dos semanas. Sin embargo, la más cercana, pronosticada para este miércoles y jueves, no será relevante al alcanzar entre los 10 y 25 milímetros