En los últimos meses, en Europa se ha desatado una fuerte crisis climática produciendo intensas olas de calor. Esto producto del acelerado calentamiento del planeta ocasionado por los gases de efecto invernadero, y provocado a su vez por acciones del ser humano.

Es por eso, que en los próximos días la sensación térmica aumentará por un “domo de calor”, siendo España, el país donde se han registrado las temperaturas más extremas, que alcanzan 44,6° en la localidad de Loja, Granada.

Al término “domo” de calor, se le denomina así ya que se trata de un área con alta presiones estacionaria formada sobre una región amplia, y que lleva asociado aire cálido en la altura.

Asimismo, a la alta insolación que calienta la superficie, se le añade la subsidencia, el cuál es un fenómeno mediante el que el aire desciende de la atmósfera al suelo, y al hacerlo se comprime, se calienta y se seca.

Esto hace que el calor dentro del “domo” vaya a más, como si hubiera una burbuja sobre Europa, algo parecido a lo que ocurre si ponemos una tapa sobre una olla que se calienta.

Sin embargo, estas altas temperaturas se han extendido por todo el continente europeo, desplazándose al norte y este de Europa, afectando a países como Portugal, el sur de Francia e Italia. En este último país se pronostica que alcanzará temperaturas de hasta 47°C.

A la vez, esto no es un hecho aislado en el continente, ya que el verano pasado por consecuencias de las altas temperaturas dejó 61.672 muertes, según el reciente informe publicado por Nature Medicine.

 Los expertos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático en su último reporte advirtieron que los fenómenos extremos – como olas de calor, sequías, inundaciones- serían cada vez más recurrentes e intensos por el cambio climático producto de las emisiones que generamos nosotros.

La frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos cálidos (incluidas las olas de calor) han aumentado, y las de los extremos fríos han disminuido a escala mundial desde 1950″, indica el informe.