Un estudio publicado por la revista Nature Sustainability, dejó en evidencia qué unos 2.000 millones de personas se verán afectadas por el calor extremo. Algunos países como Qatar, Mali o Burkina Faso podrían ser inhabitables para el año 2100, si no se toman medidas y protección a las políticas climáticas.

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Un aumento de la temperatura de 2,7 grados centígrados cambiaría radicalmente la «habitabilidad» de la Tierra y podría provocar una «reordenación a gran escala de los lugares donde vive la gente», afirma el autor principal del estudio, Tim Lenton, de la Universidad británica de Exeter.

Asimismo, el calor extremo es un grave peligro para la salud de las personas, ya que afecta al sistema cardiovascular y es particularmente peligroso para los ancianos y las personas con problemas de salud preexistentes.

En la actualidad, producto de los gases de efecto invernadero y la crisis del cambio climático, provocan cada vez más olas de calor de manera frecuente. Por lo tanto, tendría como efecto una mortalidad para millones de personas en el mundo.

Es por eso, que hay numerosos países que luchan contra el calor extremo, un ejemplo, es Estados Unidos, donde unas 12.000 personas mueren de forma prematura cada año a causa del calor.

También, en África han sido un problema las altas temperaturas, debido a que, las proyecciones climáticas evidencian que tales olas de calor sobre el continente africano serán más calientes y más peligrosas, incluso si el calentamiento global se mantiene por debajo de 1,5° C. Se prevén aumentos particularmente fuertes de calor extremo sobre África oriental y meridional.

Lo más alarmante es que, en la mayoría de los países de África subsahariana no hay alertas tempranas ni planes de acción contra el calor. Las muertes prematuras e innecesarias no se cuentan y hay muy pocos esfuerzos de adaptación frente al riesgo de un rápido crecimiento en un clima cambiante.

De igual forma, ha afectado esta crisis al continente Asiatico, ya que China se ha enfrentado en los últimos meses a condiciones meteorológicas extremas. El pasado 16 de julio se registró una cifra récord en el pueblo de Turfán, Xinjiang, que alcanzó 52.2° C, a las 19.00 horas.

Sin embargo, otras ciudades sí han tomado medidas para abordar esta crisis climática, en Phoenix se ha emprendido una serie de prevenciones, entre ellas, la construcción de aceras «refrigerantes» recubiertas de un impermeabilizante que consigue que las calles no se calienten tanto como con el clásico asfalto, además de permitir que el aire fresco de la noches permanezca más tiempo.

Por otro lado, en nuestro país también se han implementado medidas como la planteada por Cristina Huidobro, encargada de liderar agenda de Gobierno Regional Metropolitano de Santiago, sostiene qué se busca implementar 33 “minibosques”, que sirvan de refugios térmicos en Santiago.